36 fórmulas presidenciales inscritas: arranca el carnaval electoral 2026 en Perú
El JNE inscribió 36 fórmulas presidenciales para 2026. Ya empieza el carnaval electoral: promesas fugaces, alianzas sorpresa y candidatos de telenovela.
El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) anunció que 36 fórmulas presidenciales lograron su inscripción para las Elecciones Generales 2026. Sí, leyó bien: 36 parejas de candidatos listos para enamorar, confundir y prometer lo imposible en tiempo récord. El informe oficial se presentó como un “balance general de listas registradas”, aunque aquí todos sabemos que el balance real incluye más carteles, selfies y slogans que indicadores económicos.
Bienvenidos al gran circo democrático, edición 2026. Hay más fórmulas que sabores de helado en verano y casi tantas alianzas sorpresa como programas de cocina en horario estelar. Algunos llegaron con plan de gobierno, otros con plan de fotos: sombrero, sonrisa y slogan en 140 caracteres. El JNE, con su pulcra objetividad, hizo el conteo y selló un documento que ahora descansa en los estantes junto a manuales de etiqueta electoral y recetarios de discursos emotivos.
La inscripción oficial es el primer ritual del carnaval: firmas, papeles, juramentos y la inevitable foto protocolar donde todos miran hacia el futuro como si fuera un catálogo de moda. Después vendrán las propuestas —más o menos—, las alianzas —más creativas que duraderas— y los debates, esos ejercicios donde la elocuencia se mezcla con la improvisación y el teleprompter se convierte en héroe silencioso.
Según una encuesta inventada por el prestigioso Instituto Nacional de Estadísticas del Sarcasmo, el 68% de los votantes confiesa que no recuerda más de tres nombres de candidatos y que, en materia de preferencia, votaría por la fórmula que tenga el logo más photogénico. “Con 36 fórmulas, el problema no es elegir, es decidir cuál tiene mejor paleta de colores”, afirma el Dr. Marco Paleta, supuesto analista del Centro de Estudios del Cotillón Político.
Entre los efectos colaterales ya pronosticados por los observadores curiosos figuran el aumento de hashtags efímeros, el florecimiento de jingles pegajosos y la aparición masiva de propuestas que suenan muy bien en anuncios de 30 segundos pero desaparecen en cuanto el contador de redes baja a cero. Los expertos no oficiales recomiendan preparar palomitas: “Este es un espectáculo largo; mejor verlo con snacks”, aconseja un vocero anónimo de la Asociación de Espectadores Electorales.
Pequeño dato absurdo para cerrar: estadísticas no verificadas indican que, si cada fórmula hiciera una promesa distinta, tendríamos 36 promesas nuevas por día durante un mes, acumulando exactamente 1.080 promesas —suficientes para llenar tres enciclopedias de buenas intenciones y una pizarra de disculpas futuras.
Si algo nos deja claro este primer balance del JNE es que la política peruana ha vuelto a su faceta más colorida y teatral. Que gane el mejor slogan, la mejor selfie o, si se pone, la mejor propuesta. Mientras tanto, el país observa, toma nota y, probablemente, se entretiene. Porque en 2026 la democracia anda en modo festival: entradas para todos, confeti por doquier y promesas gratis hasta agotar stock.
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