California renueva licencias en octubre: selfies, códigos QR y examen de aguacate
California renueva licencias en octubre: selfies obligatorios, códigos QR, examen de aguacate y nuevas tarifas. Descubre quién debe renovar (y por qué lloran).
Titular provocador: California cambia las licencias para que conducir sea oficialmente un arte performance.
Lead satírico: A partir de octubre, el Departamento de Vehículos Motorizados de California —ese templo de paciencia donde las filas son patrimonio intangible— lanzará una actualización de licencias tan moderna que incluye selfies, códigos QR y, por si acaso, un examen sorpresa sobre aguacates. Sí, los californianos deberán probar que saben más de brunch que de estacionamiento en batería.
Qué cambia (en palabras no oficiales y totalmente divertidas): Las nuevas licencias tendrán chip, código QR, foto con luz de estudio, y una cláusula opcional que pide demostrar «capacidad sentimental para manejar tráfico de viernes». Habrá categorías nuevas: licencia estándar, licencia ecológica (para ciclistas que ocasionalmente miran carros), y la temida licencia «Soy de Silicon Valley» con holograma y terminado en fibra de carbono. Además, las fechas de vencimiento ahora se alinean con la fase lunar para mejorar la sinergia cósmica entre conductor y autopista.
A quién le toca: Básicamente a todos excepto a los patos del Golden Gate. Adultos, jóvenes y abuelitos que todavía creen que el GPS es un misterio místico deberán renovar o actualizar su documento. También los conductores de apps, repartidores, y ese tío que maneja por geometría empírica en las reuniones familiares. Se rumorea que los coches autónomos recibirán una licencia de "compatibilidad emocional" para entender los pitos humanos.
La burocracia se reinventa: Para renovar habrá que sacar una selfie oficial (no sirven filtros), escanear el QR que te enviarán después de que completes un tutorial de 27 pasos, y pasar un test donde te preguntarán cosas insospechadas como: "¿Cuál es la mejor salsa para tacos durante un atasco?" o "¿Puedes describir la textura del guacamole en una palabra?". Los que fallen recibirán un sticker que dice "Practica con tu estacionamiento" y una cita obligatoria con un instructor que no contestará tu WhatsApp.
Cita de autoridad (falsa pero creíble): "Necesitábamos modernizar, humanizar y hacer un poco más instagrammable el permiso para manejar", declaró una vocera imaginaria del DMV mientras ajustaba la luz del anillo para su selfie institucional. "Además, el examen de aguacate mejora la atención al detalle", añadió con seriedad estadísticamente cuestionable.
Estadística absurda (pero convincente): Un estudio del recién creado Instituto de Políticas Frutales asegura que el 73,8% de los renovantes ahora consideran la textura del aguacate un criterio válido para otorgar puntos en la prueba práctica. El 11% simplemente optará por aprender a andar en patineta.
Consecuencias prácticas: Expectativa —gente más preparada emocionalmente para el tráfico. Realidad —filas más largas, tutoriales más largos, y una nueva generación de influencers que narrarán en vivo su trámite para conseguir la licencia con holograma. Por supuesto, habrá tarifas nuevas: una “tasa de karma vial”, un impuesto por "foto sin filtro" y una contribución voluntaria para comprar plantas de interiores en oficinas del DMV.
Consejo final (satírico y útil): Si vas en octubre, lleva DNI, comprobante de domicilio, la receta de tu abuela para el guacamole y una buena actitud. Si no quieres renovar, siempre puedes mudarte a Marte (aún no han anunciado si los marcianos necesitarán licencia interestelar).
En resumen: California moderniza su licencia para que además de permitirte virar a la derecha con semáforo en rojo (por cambio de costumbre), puedas demostrar que eres ciudadano digital, gourmet y capaz de tomarte una selfie decente. ¡Buena suerte y que el aguacate esté de tu lado!
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