Centro de Lima: motos invaden veredas y la policía desaparece en vísperas de Navidad
Cierre de calles en el Centro de Lima por Navidad: motos ocupan veredas, policía ausente y avenida Abancay convertida en zona VIP del caos navideño ya.

Titular provocador: Motos, veredas y villancicos con bocina
Lead satírico: La Municipalidad cierra calles para proteger a los peatones en estas fiestas. Resultado: miles de compradores felices, veredas ocupadas por motos felices y peatones obligados a practicar el nuevo deporte nacional: slalom humano con bolsas de regalo.
En el Centro de Lima, a pocos días de Navidad, la escena parece salida de un villancico escrito por un planificador urbano con exceso de turrón: calles cerradas para dar paso a las compras, pero veredas privatizadas por motos que han decidido declarar independencia y proclamar la creación de la 'República Motociclista de la Abancay'. Los humanos que caminan por ahí ahora comparten acera con cascos, llantas y asientos que huelen a aceite con aroma a panetón.
Latina Noticias hizo su trabajo investigativo (es decir, caminó entre la multitud y esquivó un intento de boda entre una moto y una farola) y comprobó lo obvio: no hay resguardo policial visible. ¿Por qué? Algunos dicen que la policía está resolviendo un embrollo burocrático sobre quién usa el silbato oficial; otros sostienen que están en la fila del local de panetón más cercano. Fuentes oficiales no confirmadas indican que el personal de seguridad ha entrado en modo "observación contemplativa navideña".
Mientras tanto, los efectivos que sí están en la zona confiesan que no hay mucho que hacer: la avenida Abancay está tan llena de gente y vehículos que cualquier intento de mover una moto se convierte en un operativo digno de película, con extras, humo artificial y una banda sonora de bocinas. En resumen: el Ayuntamiento cierra calles para ordenar el caos y el caos responde con una fiesta sorpresa.
Cita absurda pero verosímil: "Si las motos se estacionan en la vereda es porque están practicando para el desfile navideño", declaró el 'Dr. Rubén Bocinadito', autoproclamado experto en convivencia vehicular. "Además, las veredas siempre fueron una sugerencia, no una ley".
Estadística inventada para darle seriedad al desorden: (Encuesta improvisada en la esquina de la Plaza: 82.7% de las motos insiste en que son peatones en transición; 17.3% admite ser estacionamiento ambulante. El 0% se retracta.)
Consecuencias prácticas: los peatones ahora caminan por media calzada; las señoras con bolsas de mercado han adquirido habilidades náuticas para evitar peatones-motos; los carritos navideños venden tazas térmicas que dicen "Sobreviví al Centro de Lima 2025". La Municipalidad, por su parte, promete estudiar el caso con la misma eficiencia con la que estudia el menú de su posada.
Moraleja satírica: cerrar calles para mejorar la movilidad es una idea noble. Confiarle el resultado a un concurso de estacionamiento espontáneo, a motos con derecho propio y a un policía que hoy prefirió ser ciudadano, es la receta perfecta para que la Navidad llegue con aroma a bocina, aceite y una pizca de surrealismo limeño.
Cierre festivo: Si vas al Centro, lleva paciencia, sentido del humor y, por si acaso, una cinta métrica: nunca sabes cuándo tendrás que medir el nuevo territorio peatonal.
— Fin —
Comparte esta noticia en:
WhatsApp Facebook TikTok

