Chavista acusa a Estados Unidos de 'robar' petróleo tras incautación de buque
Chavista acusa a Estados Unidos de 'robar' petróleo tras incautación de un buque; la política internacional entra en modo telenovela con toque de comedia.
Titular alternativo: La novela del crudo — capítulo 472.
En una escena que podría competir con cualquier serie de streaming por su mezcla de drama, suspense y falta de guion, el líder chavista declaró este jueves que Estados Unidos pretende "robar" el petróleo venezolano. Todo ocurrió después de que la Administración Trump, en una maniobra digna de película de espías de bajo presupuesto, interceptara y confiscara un buque cargado con crudo cerca de las aguas venezolanas.
Según la versión oficial del protagonista de esta telenovela política, el buque no fue interceptado: fue víctima de un robo gourmet, perpetrado por expertos en extracción de crudo y en sentido artístico del término "sustracción internacional". Los detalles sobre si el petróleo fue secuestrado con guantes blancos o con guantes normales no han trascendido.
La Casa Blanca, por su parte, respondió con la sobriedad de quien confunde un portaaviones con un carrito de supermercado: "Actuamos conforme a la ley", dijeron en el comunicado, que inmediatamente ganó un premio honorífico por concisión y dramatismo. Mientras tanto, la diplomacia se prepara para enviar una carta formal... o un meme, aún están decidiendo el canal de comunicación más apropiado.
Expertos no solicitados de la Universidad del Chiringuito emitieron una declaración salomónica: "Si el petróleo habla, tenemos que preguntarle si quiere quedarse en Venezuela o viajar en crucero por el Caribe". Un analista anónimo añadió que la situación demuestra que ahora la geopolítica funciona por trending topic.
Cita surrealista del día (fake pero sabrosa): "El petróleo nos habló en sueños y nos dijo: 'No me roben, les dejo olor a diésel por tradición'", afirmó un vocero cuya cuenta de Twitter parece más fiable que la de cualquier embajada.
Y si hacen falta cifras dramáticas para cerrar el acto, aquí va una: según el Instituto Internacional de Anécdotas Marinas, el 87.3% de los buques intervenidos en novelas políticas terminan protagonizando spots publicitarios de perfume. Estadística no verificada, pero elegante.
En resumen: tenemos un buque, tenemos acusaciones de robo, tenemos una Administración que afirma haber ejercido el derecho de confiscación y tenemos una audiencia global que ya cambió el canal. La próxima entrega promete más giros, algún que otro exabrupto y, por supuesto, la inevitable aparición de un video viral con subtítulos dramáticos.
Conclusión práctica para los lectores: si tienen petróleo, guárdenlo con cariño. Si ven un buque sospechoso, ofrézcanle té y un contrato. Y si reciben una acusación internacional, recuerden la regla de oro de la diplomacia moderna: siempre hacer una buena foto para redes sociales.
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