Elecciones 2026 Perú: 10 millones de niños vulnerables exigen protección y políticas reales

A puertas de 2026, 10 millones de niños peruanos —casi 30% del país— piden que los candidatos cambien selfies por políticas reales en salud, educación y protección.

Elecciones 2026 Perú: 10 millones de niños vulnerables exigen protección y políticas reales

Titular provocador: ¡Niños en cola electoral! 10 millones de menores anuncian huelga de juguetes si los candidatos siguen prometiendo chandals y cámaras lentas.

Lead satírico: En la telenovela electoral 2026, donde los debates duran lo mismo que un story y las propuestas se reciclan como memes, hay un elenco olvidado que no entra en los minutos de oro: 10 millones de niñas, niños y adolescentes que piden algo radical —que alguien les devuelva la salud, la comida en el plato, la escuela que funcione y la protección contra la violencia— en vez de otra promesa para la foto.

Texto central:

Olvídense del nuevo puente con Wi‑Fi y del plan «Selfie 4.0»: mientras los asesores buscan el filtro perfecto, 30% del país (sí, casi un tercio) está todavía negociando con la realidad básica. Salud con filas, nutrición con menú sorpresa, educación por delivery y protección que llega cuando la curva de audiencia sube. Es la receta magistral del olvido: mezclar apatía, presupuesto en liquidación y buena voluntad de farmacia.

Los candidatos, expertos en gestos heroicos frente a cámaras, proponen soluciones creativas como «un curso de liderazgo para cada colegio» (sin maestros), «centros de innovación» (con sillas plegables) y «programas de empoderamiento» (que empoderan a quien firma el cheque). La realidad, sin embargo, pide otra cosa: pediatras, comedores, maestras con horas de trabajo reales y políticas que no desaparezcan al primer trending.

Consecuencias absurdas: ¿Qué pasa cuando priorizas campaña antes que infancia? Según fuentes no tan oficiales, los peluches ya están organizando un sindicato y los libros de texto han amenazado con huelga. Las estadísticas oficiales de la imaginación indican que si los políticos siguen así, en 2027 cada aula tendrá un influencer como director y un dron repartiendo tareas.

Culpa compartida: No echemos toda la culpa al Estado; la sociedad también participa del espectáculo. Es más fácil votar por quien promete un estadio iluminado que por quien promete que la nutrición infantil deje de ser una lotería. Pero ojo: no pagar atención a la infancia sale más caro que cualquier publicidad de campaña; lo que no se invierte hoy se factura mañana con intereses socioemocionales.

¿Soluciones? Las de siempre, pero con sentido común y menos hashtags: priorizar salud y nutrición, reparar brechas educativas, invertir en programas de protección y supervisión reales, no en bonos de aplausos. Y, por favor, menos maquillajes electorales y más pañales con cobertura universal —o al menos un pediatra por cada cinco selfies.

Cita absurda (pero verosímil): “Queremos menos discursos y más loncheras”, afirmó entre lágrimas un vocero infantil de ocho años, que pidió además que los debates incluyan una ronda de preguntas con crayones.

Estadística satírica: El 82% de los políticos consultados confunde «protección infantil» con «protección del set de filmación», según el dudoso Instituto Nacional de Datos Ridículos. Mientras tanto, 10 millones de menores esperan respuestas reales, no trending topics.

Cierre irónico: En la antesala de 2026, si la política fuera una escuela, ya habrían repetido el año. Y los niños —esa enorme porción del país que no sale en los jingles— no reclaman milagros: exigen lo básico. ¿Alguien va a leer la lista o seguimos esperando el próximo anuncio con música emotiva y cero soluciones?

Publicado en: 19 de noviembre de 2025, 11:30

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