Jeri inspecciona Puente Cantuta: selfies, aplausos y 209,000 sonrisas

Presidente Jeri visita el Puente Cantuta: promete obras, selfies y milagros para 209,000 habitantes; los técnicos juran que el puente no es un unicornio.

Jeri inspecciona Puente Cantuta: selfies, aplausos y 209,000 sonrisas

HEADLINE: Jeri y el Puente Cantuta — la inspección que solucionará todo (o al menos se verá muy bien en fotos)

En un acto heroico de supervisión presidencial, el señor José Jeri recorrió el Puente Cantuta, esa gloriosa estructura entre El Tambo y Pilcomayo que, según los comunicados oficiales, beneficiará a más de 209,000 habitantes y al ego nacional por metro cuadrado.

El presidente llegó con casco, chaleco reflectante y una sonrisa lista para Instagram. Tras mirar el puente de manera contemplativa durante exactamente 37 segundos (cronómetro no incluido), procedió a constatar la "culminación" del proyecto, palabra que en el idioma oficial de las obras públicas significa: ya hay estructura, fotos y promesa de mantenimiento eterno.

Fuentes poco oficiales (y muy dispuestas a bromear) comentan que el puente no solo conectará distritos: también unirá esperanzas, reducirá el tráfico, curará la tristeza de los lunes y generará automáticamente una línea de buses con Wi‑Fi gratuito y café instantáneo. Un avance civilizatorio, vaya.

Según el parte de prensa, 209,000 habitantes serán los beneficiados. Según una encuesta imaginaria realizada entre las palomas del lugar, el 92.6% considera que el puente está estéticamente aceptable, mientras que el 7.4% restante pide que se le ponga un nombre más épico, como "Puente de los 209K Sonrientes".

Cita oficial (fake pero verosímil): «He venido a constatar que el puente está casi listo para cumplir sus funciones sociales, económicas y fotográficas», declaró el mandatario frente a un grupo selecto de aplausos previamente ensayados.

Estadística absurda del día: 100% de los cascos usados en la inspección combinaban con el color del chaleco; 83% de los cascos dieron mejores poses para la cámara que algunos ministros.

Mientras tanto, los vecinos celebran con moderado entusiasmo: algunos esperan que el puente reduzca sus tiempos de viaje, otros ya practican coreografías para la inauguración y un colectivo de artistas locales propone proyectar películas en la noche inaugural. Los ingenieros, por su parte, aseguran que el puente también viene con garantía limitada, revisión anual y un manual de instrucciones que nadie leerá.

Conclusión (no oficial): el Puente Cantuta promete mucho, el gobierno promete más y la prensa promete fotos bonitas. ¿Se solucionarán todos los problemas con una pasarela nueva? Probablemente no. ¿Alcanzará para una buena campaña de selfies ministeriales? Eso, queridos lectores, está garantizado.

Pequeño recordatorio práctico: si pasa por El Tambo o Pilcomayo, no olvide saludar al puente; dicen los que saben (o inventan) que devuelve el saludo con resonancia institucional.

Pie de página satírico: según el Instituto Nacional de Burocracia Optimista, el 209,000 de beneficiarios ya hicieron su lista de cumpleaños para agradecer al puente, el 1% pide que, por favor, incluya una tiendita de anticuchos.

Publicado en: 16 de noviembre de 2025, 8:10

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