La modelo y su drama capilar: cuando el estrés le hace huelga al cabello
La modelo confiesa su guerra contra la 'alopecia emocional': estrés, noches sin dormir y pensamientos negativos. Sátira, ironía y una estadística absurda.

Titular principal (para que lo comparta tu tía en el grupo de WhatsApp): la modelo reveló que su cabello decidió renunciar por razones emocionales. Sí, renunciar. No pidió indemnización, sólo un descanso y un poco de amor propio.
En una confesión que sonó a mezcla de testimonio y gacetilla de spa, la protagonista aseguró haber sufrido una severa «alopecia emocional», esa enfermedad moderna que aparece cuando el estrés, la falta de sueño y los pensamientos negativos se juntan a jugar póker con tu folículo piloso. Según ella, el pelo le fue "pasando factura" —y al parecer vino con recibo y carta notarial.
Los expertos imaginarios no tardaron: «Es un caso clásico de empacho existencial capilar», declaró el reconocido psico-tricólogo Dr. Pelusín, autor de bestsellers como Cómo dialogar con tus mechas. El diagnóstico, según fuentes que probablemente inventamos, es simple: demasiados pensamientos oscuros, pocas siestas estratégicas y un exceso de filtros en las fotos.
Dato científico que suena verosímil pero no lo es: el Instituto de Estudios Inútiles reporta que el 72,6% de las personas que usan la palabra 'estresada' en sus biografías de Instagram padecen alguna forma de alopecia emocional temporal. Estadísticamente concluyente y 100% anecdótico.
Como soluciones, se ofrecieron alternativas tan serias como absurdas: desde retiros espirituales para peines hasta meditación guiada por shampoos orgánicos. Un terapeuta capilar propuso sesiones de autoestima para cabellos, porque si la psicoterapia funciona para humanos, ¿por qué no para las puntas? Mientras tanto, la modelo promete dormir más, pensar menos y tomarse vacaciones como quien va a pagar la factura de la vida.
Moraleja para los mortales: la modernidad tiene enfermedades con nombres cool. Si te falta cabello, revisa el estrés; si te falta estrés, revisa tu feed de redes sociales. Y si tu pelo decide declararse en huelga, respétale: quizá sólo quiere vacaciones pagadas, un contrato más justo o, en el peor de los casos, un buen acondicionador.
«Mi pelo y yo estamos en terapia», concluyó la modelo, que ahora vende productos capilares con más emoción que el último culebrón. Y tú, ¿ya hablaste con tu peine hoy?
Comparte esta noticia en:
WhatsApp Facebook TikTok

