Lima: viviendas sociales, promesas y selfies de Reggiardo y Sifuentes
Renzo Reggiardo y Wilder Sifuentes prometen 'viviendas para todos': planos, selfies y promesas eternas. Sátira sobre la épica política habitacional limeña.
¡CASA, CASA, CASA... EN LA FOTO! Reggiardo y Sifuentes construyen promesas (y posan)
En un acto de coordinación que combinó planos oficiales, apretones de mano coreografiados y al menos tres selfies de alta resolución, el alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, se reunió con el ministro de Vivienda, Wilder Sifuentes, para avanzar (en teoría) en viviendas sociales. Fuentes no confirmadas —porque estaban ocupadas midiendo ángulos de luz— aseguran que el proyecto incluye una ambiciosa estrategia: prometer más que construir, pero hacerlo con estilo.
El encuentro, que duró lo suficiente como para un café y un discurso motivacional, dejó en claro la nueva metodología: primero las fotos, luego los planos, y si queda tiempo, algo parecido a un ladrillo. Según la versión oficial, la coordinación buscará "agilizar procesos"; según los que miraban de lejos, lo que se agilizó fue la sesión de fotos.
Desde el ministerio explicaron (con un folleto lleno de infografías bonitas) que las viviendas sociales serán "innovadoras": estarán diseñadas con módulos tipo Tetris —para que, llegado el caso, la gente pueda reacomodar su vida con elegancia— y tendrán accesos rápidos a servicios como Wi‑Fi comunitario (ideal para subir la foto de la inauguración) y zonas verdes de tamaño Instagram.
Los equipos técnicos trabajaron intensamente en los detalles: un departamento por persona (sujeto a disponibilidad), un balcón por familia (esperando la confirmación del presupuesto) y una cocina pública en la que, según el plano conceptual, también podría caber un estudio de radio comunitaria si alguien dona microfonía.
Cita no verificada pero muy inspiradora del día: “Vamos a construir no solo viviendas, sino sueños certificados y con garantía extendida de promesas”, declaró un funcionario que prefirió no dar su nombre porque todavía estaba firmando autógrafos.
Estadística absurda (pero científicamente inventada): el Observatorio de Promesas Habitacionales, órgano imaginario con sede en una fotocopiadora, concluye que el 98% de las reuniones ministeriales aumentan la cantidad de declaraciones solemnes en un 400%, mientras que la construcción real aumenta en... bueno, está en trámite.
Conclusión práctica para el ciudadano: lleve paciencia, una cámara para la inauguración y, por si acaso, un martillo pequeño —no para construir sino para demostrar voluntad de participar en proyectos comunitarios. Porque en Lima, por ahora, la vivienda social avanza: primero en titulares, luego en infografías, y algún día, quizá, en llaves reales.
Comparte esta noticia en:
WhatsApp Facebook TikTok