Only Murders in the Building 5: final caótico y carrera por la verdad

En el capítulo final de Only Murders in the Building 5, el trío persigue pistas, esquiva cadáveres emocionales y corre literalmente por su vida. Y caos.

Only Murders in the Building 5: final caótico y carrera por la verdad

HEADLINE: ¡Tres podcasters, un edificio y cero sentido de la autopreservación! El final de Only Murders in the Building 5 hace jogging con las leyes de la lógica

Lead: En el último episodio la serie decidió que la supervivencia era opcional y el melodrama obligatorio: el trío —más unido que nunca en su incapacidad para elegir una hora— corre, tropieza y resuelve mientras todo su mundo (y su peinado) pende de un hilo. Si buscabas un cierre tranquilo, Netflix/Disney+/Hulu te envía a la versión serializada de una carrera de obstáculos dirigida por un fanático de los giros argumentales y la peluquería.

Desarrollo: Primero, felicitemos a los protagonistas por convertir la investigación en cardio. ¿Quién necesita pistas cuando puedes trotar por el edificio cinco veces y encontrar a la testigo que estuvo escondida detrás de la planta de la recepción? La trama, que había prometido intriga, eligió espectáculo: persecuciones por pasillos, susurros en ascensores y miradas profundas intercambiadas frente a carpetas de evidencias que, sospechosamente, siempre estaban a medio abrir.

Los villanos de la noche parecían salidos de un casting que pidió “misterioso, con un toque de figurante arrepentido”. Y los giros... oh, los giros: llegan con la sutileza de una bocina de ómnibus. Cada revelación viene con banda sonora triunfante y, si tocas el clímax con una lupa, podrías encontrar el manual de “Cómo sorprender a tu audiencia 101”. El resultado es cómodo y predecible como una siesta en la sala común del edificio.

Consecuencias dramáticas: vivo, muerto, sospechoso, inocente, culpable, ¿alguien recuerda el nombre del vecino? El episodio juega al “sorpresa” como quien reparte volantes: con entusiasmo efusivo y sin preguntar si a alguien le interesa. Entre cameos que parecen saludos obligados y diálogos tan cuchicheados que podrían transferirse a un podcast real sin cambios, la serie concluye como la fotonovela que nunca supimos que necesitábamos... o que nos obliga a ver.

Cita absurda: "Si la lógica fuera un inquilino del edificio, ya se habría mudado", declaró el doctor Juanito Girón, autoproclamado 'experto en giros dramáticos' y residente temporal del episodio, mientras contabilizaba teorías conspirativas con un cronómetro.

Estadística ridícula: Un estudio imaginario del Instituto Internacional de Exageraciones Televisivas afirma que el 92% de los giros en este final fueron aprobados por un comité de relojes dramáticos que marcaban hora de tensión cada 3 minutos y 17 segundos.

Cierre: Al final, Only Murders in the Building 5 entrega exactamente lo prometido: risas, sustos moderados y la sensación de que todo hubiera podido resolverse con menos carreras y más café. Pero claro, ¿quién diría que la justicia preferiría el espresso sobre el sprint? Queda la esperanza de que en la próxima temporada el edificio informe a sus inquilinos sobre salidas de emergencia narrativas y que los protagonistas al menos lleven zapatillas cómodas.

Pequeña advertencia editorial (opcional): Si intentas replicar las acrobacias del episodio en tu edificio, primero asegúrate de que tu planta no sea un personaje secundario con complejo de estrella.

Publicado en: 29 de octubre de 2025, 10:10

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