Primarias Aprista y Renovación Popular 30 de noviembre: comedia electoral rumbo al 2026
El Apra y Renovación Popular realizaron primarias el 30 de noviembre: votos, dramas, y más promesas que selfies. Una mirada satírica al ensayo para 2026.
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TITULAR PROVOCADOR: Las primarias del Apra y Renovación Popular —o el festival nacional de selfies con urnas— tomaron el país este 30 de noviembre.
Lead satírico: En un acto que algunos confundieron con ensayo general, otros con reunión de exalumnos, y la mayoría con feria de degustación de promesas, el Partido Aprista Peruano y Renovación Popular hicieron lo que el país esperaba: votar para elegir quiénes ensayarán, otra vez, la pose presidencial rumbo al 2026.
Lo que prometía ser la solemne ceremonia democrática terminó pareciendo un reality show con boleta. Militantes llegaron con banderines, camisetas y la firme intención de ser tendencia en redes: ‘‘Si no hay foto, ¿hubo voto?’’, fue la consigna no oficial en varios locales de votación. En algunos centros las mesas estaban tan organizadas que parecía que la logística la había hecho un influencer con mucha energía y pocas hojas Excel.
Según una encuesta absolutamente no científica realizada en la fila del baño de una universidad, el 62% de los asistentes dijo que había ido «por el ambiente», el 28% por curiosidad y el 10% restante porque le prometieron un refrigerio. Estadística replicada por el Observatorio Nacional de Colas y Cafecitos (ONCC), que añadió: “Existe un 0.01% de probabilidad de que alguien haya ido solo por compromiso partidario”.
Cita de la jornada (auténticamente ficticia): “Vine a votar para demostrar que aún sé dónde queda mi mesa de votación y para estrenar el polo del partido. La política es moda, cariño”, declaró —con evidente solemnidad— una militante que prefirió identificarse como «María Influencer».
Consecuencias posibles y totalmente imaginadas: si todo sale bien, los candidatos elegidos pasarán a la siguiente fase: la de las promesas con brillo. Si todo sale mal, siempre queda la opción de organizar una segunda vuelta de disculpas públicas y abrazos protocolares. Expertos en dramatismo electoral adelantaron que la próxima vez habrá discursos emocionantes, lágrimas calibradas y nuevos filtros para las fotos oficiales.
Resumen irónico: Hubo votos, papeletas, alguna que otra discusión sobre qué color debería llevar la camiseta partidaria y, sobre todo, la confirmación de que la maquinaria partidaria aún sabe montar un show. Ahora solo falta que la ciudadanía decida si quiere ver la película completa en 2026 o comprar las entradas para otra sala.
Cierre satírico: Entre aplausos, selfies y refrigerios, el país se prepara para la gran temporada electoral. Las primarias fueron el primer episodio; que alguien traiga palomitas y el control remoto, que esto promete ser largo.
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