Sheinbaum abrazo-beso CDMX: El beso que nadie pidió y todos comentaron
Sheinbaum pasea por la CDMX y recibe un abrazo-beso inesperado: caos, miradas y un señor con alcohol y ambiciones románticas mal calculadas y memes inmediatos
Titular provocador: Una presidenta pasea por el centro, saluda amablemente y, sorpresa, un ciudadano en aparente estado de ebriedad decide que es el momento perfecto para practicar afecto público no solicitado. ¡Qué detalle moderno de interacción política!
Lead satírico: La escena transcurrió como en una telenovela de bajo presupuesto: Sheinbaum caminando, saludando, cosechando sonrisas; un señor, aparentemente convencido de que el día necesitaba más romance espontáneo, se le acerca, abraza y trata de besarla. Aplausos para el espontáneo, abucheos para la coreografía improvisada, y el centro histórico para el reality show gratuito de la tarde.
Mientras el protocolo intentaba recordar si esa clase de avances estaba en el manual “Cómo saludar en la era de los celulares”, comerciantes vendían cuerdas imaginarias para dividir la escena y vendedores ambulantes lanzaban ofertas: "Abrazo express, tres por dos". Los presentes captaron todo en sus teléfonos con la profesionalidad de quien colecciona historias para memes.
La seguridad, que no esperaba ser entrevistada por la tele de la situación amorosa, actuó con la combinación habitual de seriedad y vértigo: se acercaron, separaron y probablemente le ofrecieron al señor un vaso de agua, un curso exprés de “respeto a la burbuja personal” y la oportunidad de seguir su camino con dignidad disminuida.
Consecuencias políticas (versión satírica): Algunos comentaristas aprovecharon para discutir protocolos, otros para recordar que en campañas y caminatas siempre hay que llevar protector labial y sentido común. Un analista local sugirió que, si la política quiere reconectar con la gente, tal vez la estrategia no incluya dejar que el público pruebe la diplomacia con lengua.
Cita inventada para amenizar la tragedia cómica: “Según el Instituto Nacional de Abrazos Imprevistos, el 82% de los intentos de beso público ocurren en zonas con buena señal móvil y mala coordinación personal”, declaró el Dr. Amorín, experto autoproclamado en afectos no programados.
Estadística absurda (pero convincente): 7 de cada 10 transeúntes opinó que la escena merecía un hashtag; el octavo prefirió seguir comiendo su sandwich.
Epílogo irónico: Al final, Sheinbaum siguió su ruta como buena figura pública: saludando, con calma y sin responder al intento de romance improvisado con un beso de reciprocidad diplomática. El visitante se retiró posiblemente hacia una próxima aparición espontánea, dejando tras de sí un recuerdo, algunos celulares y una nueva fuente de contenido para tuiteros emotivos. Y así, en la ciudad donde todo puede pasar, la política y el folclore urbano se dieron la mano (y casi algo más) por un instante.
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