Tiroteo en chocolatada de Ascope: regidora fallece y la solidaridad recibió plomo

Chocolatada en Ascope acaba en tragedia: una regidora muere y varios heridos. Satiriza la violencia que convirtió la fiesta solidaria en desastre político.

Tiroteo en chocolatada de Ascope: regidora fallece y la solidaridad recibió plomo

Titular: Chocolatada, cántaro y ráfagas — la solidaridad se quedó sin azúcar en Ascope

Plop. Lo que iba a ser un amable reparto de chocolate y sonrisas en Ascope, La Libertad, terminó pareciendo el sketch más oscuro de un comediante que olvidó que hoy toca tragedia. Durante la chocolatada, una ráfaga de balas convirtió vasos y sonrisas en sirenas y dolor: una regidora perdió la vida y varias personas resultaron heridas. No es el final que nadie escribió en el flyer, pero la realidad es remisa a pedir permisos para ser políticamente correcta.

Hubo quienes dijeron que el problema fue el chocolate caliente; otros, que la culpa la tenía el exceso de entusiasmo ciudadano. Los más sensatos —o los que ya aprendieron a no sorprenderse— comentaron que en pleno 2025 la seguridad municipal sigue creyendo que 'presencia policial' es una sugerencia ornamental.

Entre el humo del cacao y el olor a pólvora, la escena fue tan surreal que hasta los niños preguntaban si aquello era parte de un número nuevo del circo. Lamentablemente no lo fue: una regidora, compañera de campaña y seguramente destinataria de muchas fotos con globos, falleció. Los familiares y amigos están de luto; no hay broma que encaje con eso.

Como buena sátira diaria de la vida pública, no faltaron los funcionarios: el alcalde ofreció 'todo el apoyo' mientras un asesor repartía comunicados con tipografía Comic Sans. Un concejal propuso cambiar las pistolas por lanzadores de confeti; otro, que los eventos municipales ahora incluyan chalecos reflectantes y tutoriales de 'qué hacer cuando la chocolatada se convierte en tiroteo'.

La lógica política local sigue intacta: si una chocolatada va mal, se programa una rueda de prensa; si la rueda de prensa va mal, se programa otra rueda de prensa con más chocolate. Hasta ahora, ninguna de las ruedas ha logrado detener balas, pero todas garantizan cobertura.

Cita experta (falsa, pero apropiada): "Según el Instituto Nacional de Medidas Absurdas, el 92.6% de los asistentes declaró que esperaba chocolate caliente, no proyectiles calientes", dijo el Dr. Manuel Bombón, especialista en crisis festivas. "Recomendamos más ponche y menos ponchazos".

Estadística curiosa: en la reciente encuesta callejera imaginaria, el 100% de las personas consultadas afirmó que preferiría una chocolatada sin tiroteos y, sorprendentemente, sin discursos políticos de 40 minutos.

Más allá del sarcasmo, la muerte de la regidora y las heridas no son material para chistes eternos. Hay familias que lloran, personas que requieren atención médica y una comunidad que necesita respuestas concretas: ¿qué falló en la seguridad? ¿quién autorizó el evento sin las garantías mínimas? ¿qué políticas públicas se activarán para que las chocolatadas vuelvan a ser eso, chocolatadas, y no escenas de guerra?

Mientras tanto, en el reino de lo absurdo, ya circulan memes, hashtags y promesas de siempre. La ciudadanía exige justicia y seguridad; los voceros prometen investigaciones que se resolverán "lo antes posible" — es decir, lo imprescindible para que la próxima foto oficial vuelva a salir en primer plano.

Si algo queda claro es esto: la violencia logró arruinar lo que debería haber sido un acto simple de solidaridad. Y en un país donde hasta la bondad exige medidas extraordinarias, quizá sea hora de dejar de viralizar el gesto y empezar a reglamentar la seguridad. Porque nadie quiere que la próxima chocolatada termine con menos bombones y más balazos.

Publicado en: 19 de diciembre de 2025, 10:30

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