Chancay: el puerto milagro a pocas horas de Lima que viene a salvar (o complicar) el comercio exterior

Chancay, el nuevo puerto milagro a pocas horas de Lima: gigantescas grúas, promesas eternas y palomas sindicalizadas que ya cobran peaje a los barcos.

Chancay: el puerto milagro a pocas horas de Lima que viene a salvar (o complicar) el comercio exterior

Titular irreverente: Chancay, la nueva meca portuaria donde hasta las gaviotas piden acciones

Lead satírico: A pocas horas de Lima se levanta un puerto que no solo mueve contenedores: mueve egos, expectativas y, según rumores no verificados, la última cosecha de selfies oficiales. El horizonte cambia apenas llegamos a Chancay, y con él la arquitectura, la autoestima regional y la lista de ministros que quieren salir en la foto con una grúa de fondo.

Primer acto: la obra y el milagro

Dicen los folletos promocionales que Chancay será el puerto que “integrará al Perú al comercio mundial”. Dicen también que el café que sirve la cafetería del terminal es internacional. Entre promesa y promesa, las grúas se alzan como esculturas industriales en una exhibición permanente de buen gusto y acero inoxidable; algunos lugareños juran que por las noches las grúas se juntan a debatir sobre política económica y coreografías de TikTok.

Segundo acto: los beneficiarios inesperados

Según fuentes locales (léase: la tía que vende ceviche en la carretera), la llegada del puerto ya generó efectos colaterales: aumento en la venta de chalecos reflectantes, demanda insólita de cascos con estilo y la creación de una nueva profesión —“influencer portuario”— que consiste en posar frente a contenedores y hablar sobre logística con voz profunda.

Tercer acto: el optimismo medido con binoculares

Los promotores prometen empleos, progreso y hasta mejor clima para los domingos familiares. Los escépticos, por su parte, prometen ver la primera exportación de promesas incumplidas en 3… 2… 1. Mientras tanto, inversores internacionales vienen a tomarse fotos, firmar acuerdos y llevarse brochures que nadie lee.

Cita (totalmente fiable):

"El puerto no solo conectará al país con el mundo; también conectará a las palomas con sus derechos laborales", declaró el Dr. Armando Banderillas, experto en puertos imaginológicos, entre aplausos falsos y una ovación de gaviotas.

Estadística absurda (pero convincente):

El 87.6% de los peatones que pasan por la carretera a Chancay afirma que ahora el horizonte se ve más moderno; el 12.4% restante dice que simplemente es que ahora pueden ver más grúas desde su ventana.

Epílogo irónico: futuro y marketing

Al final, Chancay será lo que siempre quiso ser: un gran escenario donde se representen todos los actos del teatro del desarrollo. Habrá discursos, inauguraciones, canciones patrióticas y, con suerte, contenedores cargados de algo más útil que folletos. Mientras tanto, los curiosos pueden acercarse a ver cómo cambia el horizonte y, de paso, comprarse un recuerdo: un llavero con forma de grúa para no olvidar que en el Perú la esperanza también se exporta.

Advertencia humorística: No se responsabiliza a este diario por las altas expectativas, fotos oficiales excesivamente emotivas ni por el sentimiento de urgente necesidad de comprarse un casco con logo.

Publicado en: 2 de octubre de 2025, 9:30

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