Retiran dos estructuras metálicas que bloqueaban el Pasaje Virgen del Luján, cerca de la Universidad Continental
Comuna retira dos estructuras metálicas del Pasaje Virgen del Luján, liberando el paso junto a la Universidad Continental; vecinos celebran con palomas.
¡Victoria urbana! La comuna libera al Pasaje Virgen del Luján del yugo metálico
En una intervención que estuvo a un paso de incluir confeti y una banda marcial, la comuna retiró dos estructuras metálicas que, según testigos, ejercían su autoridad con más poses que un director de teatro. Los obstáculos quedaban justo al lado de la Universidad Continental, donde diariamente miles de estudiantes esquivaban los hierros como si fueran niveles de un videojuego mal programado.
La operación —descrita por un vecino como “la liberación de la fauna peatonal”— implicó grúa, cinta de balizamiento y un equipo de funcionarios con semblante de gente que por fin pudo quitarse la corbata. Fuentes no oficiales y claramente imaginarias afirman que las estructuras, que se creían nuevas atracciones urbanas, en realidad eran restos de una exposición de arte conceptual titulada "No pases, o sí, pero con permiso".
Vecinos y estudiantes celebraron como si se tratara del estreno de una película: hubo selfies, palmadas y al menos tres aplausos espontáneos. Los comerciantes de la zona prometieron actualizar sus letreros a versiones más felices y los ciclistas anunciaron una ola de paseos nocturnos con antorchas (las antorchas fueron descartadas por razones de seguridad y por compromiso con los bomberos).
"Es como devolverle el oxígeno al pasaje", declaró la subgerente de Espacio Público, Antonia Tuerca, mientras ofrecía una rueda de prensa improvisada desde la caja de una camioneta. "Hemos liberado el tránsito peatonal y también el derecho a perderse sin justificación académica".
Un dato crucial aportado por el Instituto de Estadísticas Absurdo-Urbano (IEAU): el 87% de las palomas locales registraron un aumento inmediato de autoestima tras la remoción —otras especies, como los colibríes, emitieron mensajes de felicitación por WhatsApp.
¿Quién colocó las estructuras? Las teorías abundan: desde una broma de ingeniería, pasando por un experimento sociológico que salió mal, hasta la hipótesis más plausible —y dramática—: fue la burocracia probándose nuevos peinados. Las autoridades aseguran que investigarán hasta donde la burocracia permita investigar (es decir, hasta que llegue el siguiente informe que nadie pidió).
Conclusión práctica: el pasaje volvió a ser pasaje. Los peatones pueden ahora cruzar sin firmar formularios ni solicitar cita previa. Los estudiantes recuperaron tres minutos diarios que antes empleaban en rodear los obstáculos; psicólogos locales ya anuncian un incremento del 0.5% en la felicidad estudiantil.
Cierre con estadística fantasma: según una encuesta realizada entre sombreros olvidados y bicicletas encadenadas, el 99% de los entrevistados prefiere los pasajes sin obstáculos metálicos. El otro 1% no respondió porque estaba dentro de una de las estructuras, deprimida y sin señal de Wi‑Fi.
Comparte esta noticia en:
WhatsApp Facebook TikTok