López Aliaga al CADE 2025 en Lima: campaña, selfies y networking con descuento

Rafael López Aliaga confirmó su asistencia al CADE Ejecutivos 2025 en Lima. La campaña 2026 calienta: selfies, discursos y promesas en oferta por tiempo limitado.

López Aliaga al CADE 2025 en Lima: campaña, selfies y networking con descuento

Titular provocador: López Aliaga aterriza en el CADE 2025 —viene por votos, cafés y mejores ángulos para la foto

Lead satírico: El precandidato presidencial Rafael López Aliaga confirmó que asistirá al CADE Ejecutivos 2025, ese sagrado ritual empresarial que después de 17 años decidió volver a Lima porque, según fuentes muy serias (su community manager), la capital extrañaba los aplausos en vivo y las listas de contactos en Excel.

Lo verdaderamente interesante no es que CADE regrese a Lima —eso ocurre cada vez que alguien se acuerda de que la ciudad tiene hoteles con aire acondicionado— sino que la edición 2025 llega en plena precalentamiento de la carrera electoral hacia 2026. Para López Aliaga esto significa una doble oportunidad: hablar, convencer y tomarse la selfie correcta antes de que otro candidato se la robe con mejores filtros.

Los organizadores del CADE, esos mágicos productores de discursos corporativos, han prometido un menú que incluye almuerzo ejecutivo, dos cafés para networking y un panel sobre "cómo conversar con políticos sin llorar": todo ello en el mismo paquete premium que, casualmente, combina muy bien con las promesas de campaña.

¿Motivos reales? Fuentes no oficiales (la tía que organiza el desayuno en la sede del partido) aseguran que López Aliaga va a buscar tres cosas: donaciones, alianzas estratégicas y el mítico apoyo moral del empresariado cuando alguien necesita excusas para explicar la baja de impuestos en un powerpoint.

Cita inventada para el folclore: «Voy al CADE a traer soluciones; y si no, al menos me traigo los post-its», declaró el precandidato en un pasillo, según testigos con mucha imaginación.

Consecuencias previsibles: si convence a la platea, los medios venderán la historia como "López Aliaga reconecta con el empresariado"; si no, siempre quedará la alternativa de convertirse en influencer de congresos y vender entradas VIP para las fotos.

Estadística absurda (pero convincente): el Instituto Nacional de Rumores publicó que el 72,4% de los asistentes admiten ir al CADE sobre todo por el catering, mientras que el 27,6% jura que va por las ideas (y miente).

Reflexión final: que CADE vuelva a Lima y que los precandidatos vayan a sentarse a la mesa es la prueba de que la democracia peruana tiene hambre —de propuestas, de votos y de buen pan con chicharrón. Lo cierto es que, en año electoral, hasta un congreso de ejecutivos puede convertirse en pasarela. Prepárense: vienen discursos, apretones de manos y selfies que decidirán más de una portada.

Publicado en: 3 de noviembre de 2025, 9:30

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