Acuerdo para unir creación literaria y periodismo cultural: ¿almas gemelas o matrimonio forzado?

Un acuerdo pretende unir a escritores y periodistas culturales hispanohablantes: ¿colaboración creativa o fusión burocrática? Satira sobre la gran alianza.

Acuerdo para unir creación literaria y periodismo cultural: ¿almas gemelas o matrimonio forzado?

Titular provocador: ¡Por fin, la pluma y el micrófono sellan su tórrido pacto!

Lead satírico: En un giro que ni la telenovela más ambiciosa se hubiera atrevido a escribir, un acuerdo busca fortalecer los lazos entre la creación literaria y el periodismo cultural en el mundo hispanohablante. Prometen que no habrá divorcios, solo colaboraciones con contrato, firmas en tinta invisible y ruedas de prensa emotivas donde los versos leerán las crónicas y las crónicas recitarán los versos.

El gran evento —según los organizadores, quienes usaron más sellos que palabras— fue descrito como la primera "fusión institucional con visión de género estilístico". Hubo discursos, aplausos medidos y una foto oficial donde todos posaron con un libro y una grabadora, como quien muestra el carnet de socio de un club exclusivo: "Soy creador y microfonista", decían los ojos.

Expertos imaginarios reaccionaron con solemnidad: "Esto no es solo un acuerdo, es la creación de una nueva especie: el periodiscritor", declaró la Dra. Luz Pluma, directora del inexistente Instituto de Hibridación Cultural. "Al contrario de lo que muchos temen, este híbrido no come; solo edita y corrige sin citar fuentes", añadió con voz grave y un bolígrafo diplomático.

Consecuencias prácticas (o algo parecido): ahora los talleres literarios ofrecerán módulos de "cómo titular como crítico sin parecer resentido" y las redacciones enseñarán el curso avanzado "metáforas para principiantes: 10 que funcionan en todos los festivales". Las ferias del libro contemplan un stand con "maridaje literario-gastronómico": poemas con tapas, crónicas con pisco sour.

Estadística absurda: Un sondeo llevado a cabo por la Oficina de Datos Dudosos reveló que el 63,7% de los asistentes al acuerdo afirmó sentirse "más culto" solo por posar con un marcador fluorescente, mientras que el 12% confiesa que irá a firmar el acuerdo solo para poder usar el sello oficial en su currículum.

Crítica no solicitada: Los escépticos —esos aguafiestas con gafas de lectura— advierten que la iniciativa podría convertir las reseñas en relatos hiperbólicos y las novelas en reportajes con subtítulos. Otros, más filosóficos, preguntan: "¿y si la poesía se vuelve responsable y empieza a verificar sus fuentes?" Catástrofe.

Cierre mordaz: Sea lo que sea, la alianza promete muchas notas de prensa bonitas, un ejército de seminarios con café de etiqueta y la posibilidad real de que, en el futuro, encontremos columnas de opinión firmadas por autores con seudónimo y micrófono. Mientras tanto, la pluma y el micrófono ya practican un abrazo protocolar. Pónganse cómodos: la cultura acaba de cumplir un compromiso... y la burocracia, por fin, encontró un verso que firmar.

Publicado en: 12 de octubre de 2025, 7:10

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