Horarios navideños de supermercados: caos, ofertas y carritos en estampida
Navidad desata histeria: supermercados anuncian horarios especiales el 24 y 25. Caos de ofertas, compras de último minuto y carritos en estampida navideña.

Titular imposible de ignorar: los supermercados anuncian horarios especiales el 24 y 25 de diciembre, es decir, la temporada oficial de convertir a la gente en compradores voraces y a los carritos en armas blancas con ruedas.
Lead satírico: Que no te sorprenda si el 24 encuentras la tienda abierta hasta la hora en que los villancicos se vuelven tormentas eléctricas y el 25 apenas te dejan entrar con una mano, un recibo y una promesa de no llorar por la cola. Porque la Navidad viene con horario especial, promociones milagrosas y la sagrada tradición de pedir todo para ayer.
En la práctica esto significa que los supermercados, siempre atentos al llamado ancestral del bolsillo ajeno, ajustan sus horarios para maximizar el pánico colectivo: abren a horas incoherentes, cierran “por descanso” a mitad de la cena y reabren cuando el último comprador recuerda que le falta la salsa de la que depende la convivencia familiar.
Los gerentes, vestidos de traje corporativo con gorro de Santa merchandising, anuncian cambios en los horarios con la solemnidad de un discurso presidencial. “Hemos decidido ofrecer horarios especiales para ayudar a la población a experimentar la emoción del sprint navideño”, declaró un portavoz cuya tarjeta de visita dice “Director de Estrategias Comerciales, Consultor de Sufrimiento Aleatorio”.
Consecuencias previsibles: colas que podrían entrar en un récord Guinness, promociones tan confusas que deberían venir con mapa y brújula, y cajeros automáticos que se declaran en huelga espiritual. Testigos afirman haber visto a abuelas correr por la última bolsa de panetón como si fuera la copa Libertadores.
Cita ridícula (pero creíble en este mundo): “Hemos calculado que el 87,3% de las compras navideñas se hacen entre el segundo villancico y el tercer intercambio de WhatsApp familiar”, dijo el Dr. Hipérbole Lima, director del imaginario Instituto Nacional de Histeria Comercial, mientras tomaba notas en una libreta con forma de arbolito.
Y los números no mienten: un estudio totalmente serio y fabricado en una mesa de comedor revela que el 62% de los consumidores compra cosas que no necesita solo porque estaban "a mitad de precio" y el 41% confunde el horario extendido con una bendición divina.
Los empleados de los supermercados, héroes no remunerados de esta epopeya, practican la sonrisa profesional y el arte de explicar que “no hay más bolsas” mientras observan cómo los clientes inventan usos alternativos para el papel de regalo (pantalla para celular, mantita, sombrero improvisado).
En conclusión: si piensas salir a comprar el 24 o el 25, lleva paciencia, un plan de escape y, por si acaso, unas luces de Navidad extra. Porque los horarios especiales no solo cambian las puertas; cambian a las personas. Y si alguien te roba la última botella de champagne, recuerda: fue por el espíritu navideño... o por un descuento que gritó su nombre.
Estadística final absurda: 1 de cada 3 carritos jura haber visto el espíritu de la Navidad en la góndola de galletas. Los otros dos están en caja, pagando con la esperanza y con la tarjeta."
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