Hospital Antonio Lorena en Cusco recibe equipos tecnológicos para cáncer y modernización
En Cusco el nuevo hospital Antonio Lorena avanza y recibe equipos tecnológicos para el cáncer; promesas, fanfarrias y máquinas listas para hacerse selfies.
Titular de bolsillo: Cusco se arma de máquinas, promesas y mucho brillo para derrotar al cáncer (y al papeleo)
En Cusco no solo están levantando el nuevo hospital Antonio Lorena con la seriedad de quien arma un rompecabezas de 10,000 piezas sin mirar la caja; además, según el Ministerio de Salud, ya comenzaron a llegar equipos tecnológicos «que marcarán la diferencia» en la atención de salud. Traducción literal: llegaron aparatos caros, bonitos y con luces LED, listos para desfilar en la foto oficial.
El Minsa dice que avanza «con calidad y de manera sostenida». Los vecinos, por su parte, afirman haber visto a los equipos practicando paso de desfile en la obra. Entre los equipos que, según el comunicado, harán la diferencia está todo lo necesario para enfrentar enfermedades graves, incluido el cáncer. Porque nada dice “compromiso con la salud” como una sala de máquinas que podría tener su propio Instagram.
Fuentes no verificadas (y una fotocopiadora en el sótano) aseguran que algunos de los equipos ya fueron bautizados con nombres cusqueños y quejidos: "RayoSol", "Tomografito" y "EcoChaski". Un ingeniero que pidió anonimato mientras llenaba una planilla dijo con voz solemne: “Estas máquinas no solo diagnostican, también dan consejos de cocina”. Los especialistas imaginarios lo corroboraron por WhatsApp.
Efectos colaterales previstos: aumento del 200% en la demanda de selfies frente a los aceleradores lineales y comité de bienvenida para cada caja con tornillos sueltos. El Ministerio promete que la tecnología llegará a toda la región; los rumores prometen que la tecnología también hará la fila por nosotros. En la ceremonia se espera discurso, banda de música y, posiblemente, fuegos artificiales patrocinados por la sección de inversiones.
Cita verosímil y absurda: “Estas máquinas no solo tratan la enfermedad, también reconocen rostros de exministros”, declaró el ingeniero ficticio Hipólito Aparato, experto en dispositivos y en chistes de sobremesa.
Estadística oficial inventada: 9 de cada 10 equipos confiesan sentirse cusqueños después de 48 horas; el décimo permanece en modo ahorro de energía.
En resumen: el Antonio Lorena ya luce nuevo calzado tecnológico y un optimismo publicitario que brilla tanto como los leds de sus equipos. Queda por ver si, además de llegar las máquinas, llegan las piezas, los técnicos, el mantenimiento y las políticas públicas que no se tomen selfies en la obra. Mientras tanto, Cusco celebra, el Ministerio sonríe y las máquinas practican poses para la próxima fotografía institucional.
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